1/17/2006

OTOÑOS

Cada persona es un otoño.

Las hojas que el sol ha ofrecido al viento
son buscadoras de palabras
en nuestro interior de silencio.

Cada otoño
es un apeadero
donde se embarcan
la melancolía y los amores arropados.

Un nuevo blanquear de canas
que preguntan al espejo de la mañana
y responden al atardecer del horizonte.

Cada otoño es más anochecer y menos
Alba, más escarcha y menos rocío.
Más puerta que ventana
observadora del mar.

Cada otoño
es un descanso del estío.
Una balada de oleajes
con dentaduras blancas.
Una ruta subrayada en los mapas
de nuestra conciencia.
Una caravana en los caminos
donde los arroyos refrescan las miradas.

Cada otoño
es inspiración
que mira a los anocheceres.
Un fantasma
que pasea con abrigo incoloro.
El aguijón de un escorpión.
Un feto sumergido.

El Coleccionista De Momentos

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