Arden los años.
Hablan de viajes.
De columnas de humo
donde nos apagamos.
El mundo
cruza geografías
bajo el cielo impenetrable de la vida.
El tiempo
nos mira
como a extraños.
Regresan los equipajes
al frío del armario.
Las vestiduras
emprenden un vuelo
en el eco de los colores.
Un caracol
va de casa en casa
susurrando a las paredes.
Los relojes estallan.
Sus agujas
se clavan en la tierra.
Las alamedas
se abrazan silenciosas
ante el brillo del hacha.
La Melancolía De Los Relojes
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